domingo, abril 06, 2008

Mi caja de golosinas imaginarias

Un día encontré una caja vacía en la oficina, supongo que ahí vino un componente de hardware, y la transformé en mi caja de golosinas imaginarias.

Es una caja donde escribí las golosinas que me gustaría que tuviese, y dependía de la imaginación de uno si la veía llena o vacía.

Dejando el humor, esta caja la usaba para regalarle uno de esos chupetines gigantes de Lheritier (llamados chupetones) cada vez que ingresaba un nuevo miembro al equipo de desarrollo de la librería de software. Como ese proyecto terminó, tengo que encontrarle un nuevo uso. Sigue fiel debajo de mi escritorio esperando que se me ocurra algo.

Uno de mis compañeros capturó este momento con su celular.


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